Los efectos del fútbol más allá del terreno de juego
Roturas musculares y de ligamentos, esguinces de tobillo y de rodilla, pubalgias, etc. son algunas de las lesiones más comunes en el mundo del fútbol, que bien tratadas y con un tiempo de recuperación determinado, permiten al futbolista volver a los terrenos de juego.
Sin embargo, existe un tipo de lesión, cada vez más frecuente, que no solo afecta al jugador físicamente, sino emocional y psicológicamente. Un tipo de lesión que le puede afectar a largo plazo; provocando efectos en el día a día; pudiendo, en casos extremos, causar lesiones irreversibles o incluso la muerte. Se trata de las conmociones cerebrales, los traumatismos craneoencefálicos (TCE) y las encefalopatías traumáticas crónicas (ETC), entre otras.
Desde hace ya algunos años, se viene observando una tendencia creciente en las incidencias que presentan estas lesiones, ya sean por impacto directo o como consecuencia de la repetición del golpeo al balón con la cabeza.
No es un simple golpe en la cabeza
Algunos datos reflejan el impacto de estas lesiones en los jugadores y como se está convirtiendo en uno de los incidentes más comunes en los terrenos de juego:
La posición más propensa a sufrir un TCE es la del portero, llegando a alcanzar hasta un 21,76% del total de sus lesiones. Por otro lado, el 5,8% de las lesiones sufridas por un jugador a lo largo de su carrera futbolística, han sido TCE con una incidencia de 1,1 lesiones cada 1000 horas de juego. En el ámbito femenino este porcentaje sube al 8,6% con una incidencia de 2,6 lesiones cada 1000 horas de juego. Además, los jugadores que golpean el balón con la cabeza más de 1.800 veces al año, presentan alteraciones cerebrales que se pueden relacionar con pérdida de memoria.
Las personas que tienen contusiones causadas por las actividades deportivas, tienen el riesgo de padecer consecuencias graves, incluyendo conmociones cerebrales repetidas y posiblemente daño cerebral permanente. La frecuente repetición de golpes en la cabeza, por muy pequeños que sean estos, puede tener consecuencias muy graves.
Y es que el fútbol tiene un alto potencial para causar este grupo de lesiones. Los jugadores se desplazan a gran velocidad, y en sus carreras pueden chocar, tropezar y caer estrepitosamente al intentar adueñarse del balón, o estrellarse contra los postes de la portería.
El fútbol tiene un rasgo en el juego que parece estar diseñado a propósito para causar lesiones cerebrales, ya que además de usar los pies, el jugador puede controlar el balón con la cabeza. Esto somete a la misma y al cerebro a fuerzas y torsiones que no pueden tolerar de forma repetida . Las consecuencias de estos impactos pueden provocar lesiones, como las anteriormente mencionadas, y en concreto la ETC, que es incurable y sólo se manifiesta al cabo de años, lo que dificulta su diagnóstico.
La importancia de la prevención
Desde Clupik queremos dar visibilidad a estas lesiones, como son las conmociones cerebrales y golpes en la cabeza que sufren cada vez más los futbolistas, desde categorías inferiores hasta ligas profesionales. Son un tipo de lesión con la que hay que tener especial cuidado, ya que sus efectos van más allá del terreno de juego. Un esguince te impide jugar durante un periodo determinado de tiempo y cuando te recuperas de éste, todo vuelve a la normalidad. Sin embargo, un TCE o una conmoción pueden provocar efectos en el día a día de las personas, incluso a largo plazo: la sensibilidad al ruido y a la luz, los mareos, el vértigo, las náuseas, el aturdimiento, la visión borrosa o la confusión, son algunas de las consecuencias de este tipo de lesión. Y estas pueden ser para toda la vida.
Hay que poner mayor atención en los más jóvenes, que son más propensos a sufrir este tipo de lesiones debido a la menor corpulencia muscular de su cuello. Una lesión de estas características podría afectarles de por vida. Una conmoción cerebral en un adolescente puede causar dificultades para concentrarse, problemas de memoria, dificultades en el aprendizaje, dolores de cabeza, problemas de sueño o mayor predisposición a enfadarse, sufrir nerviosismo o estar irascible.
Medidas de prevención en el fútbol para proteger a los más jóvenes
Para ayudar a estos jóvenes a protegerse de este tipo de lesiones, son recomendables las siguientes medidas:
Calentamiento
En la mayoría de casos, a los niños, calentar y posteriormente estirar antes de jugar ni siquiera se le pasa por la cabeza. Hacer ambos adecuadamente antes de la actividad, prepara los músculos y ayuda a prevenir lesiones. Los entrenadores deben concienciar y dedicar tiempo a este cometido, puesto que es la mejor medida preventiva.
Revisiones médicas anuales
Es fundamental que los niños pasen exámenes médicos periódicamente puesto que se pueden encontrar síntomas evidentes que de otra forma podrían pasarse por alto.
Reglas de juego seguras
Debemos asegurarnos, por el bien de todos, que las normas en el deporte garanticen la seguridad del jugador. Cada vez son más las iniciativas que reclaman mayor seguridad para evitar lesiones en la cabeza.
Llevar la equipación adecuada
La equipación deportiva va mucho más allá de la simple elección de unas zapatillas. Debemos asegurarnos que los más pequeños lleven la indumentaria y los accesorios adecuados para practicar deporte con total seguridad. Un elemento que puede marcar la diferencia, es la banda de “2nd Skull”, que pretende ayudar a los jugadores de fútbol a reducir el impacto de los golpes en la cabeza mediante un accesorio cómodo, pero seguro.
Y es que, gracias a accesorios como la banda de “2nd skull”, cualquier futbolista puede practicar su deporte con mayor seguridad. Con el objetivo de garantizar al jugador tranquilidad y confianza, la banda de “2nd skull” está diseñada para absorber en un gran porcentaje los impactos que sufre la cabeza durante el juego tanto golpeando como siendo golpeado por el balón; o chocando contra otro jugador; golpeándose contra el suelo; o colisionando contra las porterías o vallas publicitarias. Está diseñada con los mejores materiales y pensada para que no la notes mientras juegas. Es además transpirable y ligera y se adapta a cualquier cabeza. Permanece en reposo, pero puede endurecerse momentáneamente bajo una presión repentina: ¡un airbag portátil!
Se trata sin duda de la mejor opción para evitar, prevenir y reducir los efectos de posibles conmociones cerebrales y contusiones que desencadenan consecuencias fatales para los jugadores.
Casos de lesiones en el fútbol de élite
En el panorama futbolístico, son ya muchos los casos de jugadores que han sufrido graves lesiones a consecuencia de impactos en la cabeza. Estos son algunos de los más sonados:
En el Mundial de Brasil, en 2014, hubo tres casos de pérdida del conocimiento por golpes en la cabeza, pero los tres jugadores insistieron en volver al juego contra las recomendaciones médicas. El que más llamó la atención fue el caso de Christoph Kramer, jugador de la selección de Alemania, el cual sufrió una desorientación mental típica de la conmoción cerebral en la final del torneo y tuvo que abandonar el campo con ayuda. A día de hoy, no tiene recuerdos de que jugó la final de un Mundial.
Otro caso con repercusión, se dio en enero de 2017, durante un partido de Premier League disputado en “Stamford Bridge”. El centrocampista del “Hull City”, Ryan Mason, sufrió una fractura de cráneo a consecuencia de un violento choque, cabeza contra cabeza, con el defensa del “Chelsea” Gary Cahill. El jugador tuvo que anunciar su retirada a los 26 años de edad, puesto que su cerebro no podía soportar más golpes.
Otro ejemplo de las consecuencias de estos golpes, es el caso de la leyenda inglesa Alan Shearer, que a sus 47 años sufre demencia vascular y pérdida de memoria y que atribuye sus problemas, a la gran cantidad de remates de cabeza realizados durante los veinte años de carrera como futbolista profesional.
Estos son algunos de los casos con mayor repercusión, pero son muchos futbolistas, de todas las edades, los que sufren este tipo de lesiones con consecuencias devastadoras.
Desde Clupik, nos comprometemos con los valores del deporte, como son el respeto, compañerismo, justicia, sana competencia o trabajo en equipo; además, promovemos que éste se practique con la máxima seguridad. Por ello, aportamos visibilidad a productos como “2nd skull” que garantizan tranquilidad a los futbolistas al reducir el riesgo de una lesión cerebral grave.